martes, 31 de mayo de 2011

Vapor de asfalto.

Se desvistió la lluvia furiosamente.
Amenazó con inundarnos las almas con su esperpéntico aullido.
Como niños asustados y bajo las sábanas,
quizá nos quisimos, o lo pensamos,
pero nunca estuvieron tan cerca nuestros pálpitos.

Creo que fuí yo la culpable de tu insomnio,
quería incendiar con mis manos tus sentidos,
y llenarme para siempre de tu perenne paz,
verme pura desde tus ojos de luz castaña.

Cuando creímos que había cesado,
nos sorprendió calándonos los huesos,
haciéndonos reír, por no llorar como el cielo,
que se había descargado con violencia infinita,
doblegándonos ante él sin clemencia,
castigando con ácidas lágrimas nuestros ojos.

La lluvia de verano duró como una canción,
y cón la última gota, un susurro,
colmó el aire de nostalgia y deseo embotellado,
en las aceras aún calientes y ahogadas en silencio.

Creímos estar a salvo,
unidos por los puntos cardinales,
aprendiendo nuestros gestos,
cerca,cada vez más cerca,
hasta que se evaporaran los suelos con el sol del estío.

Y en cuanto cerramos los ojos pensé,
que no hay una noche en que no te buscara
como la lluvia a nosotros esa tarde.

Distraída ,con prisa,
los ojos fijos y vacíos,
entre el pasado y los escombros,
lo que fuí y lo que me hiciste ser.

Deseando que me rozaras por equivocación,
y con un temblor de lluvia y llanto
la muerte se extinguiera de nuestros párpados
tras esa cortina de lluvia efímera y tormentosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Mi foto
Una vida no cabe en 1200 caracteres.

Trying to.