pero someterte.
Negarte al incendio
durante apenas unas horas
roto el reloj
si no me extralimito
quizá mi vida sea en vano.
Si no atravieso la línea
que me lleve al encuentro
de esa niña primigenia.
Por eso nado a braza por la vida
obediente a mis impulsos
podré perderme
pero volveré siempre al origen.
Quiero morir
amando la ductilidad
de los cuerpos asfixiados.
Me gustaría
seguir rasgando
las ventanas,
apretándome tan fuerte
que al cerrar los ojos
comulgue con mi infancia.
Mientras haya un cuerpo
capaz de callarme la boca
mientras a ciegas
me devuelva
la conciencia
de existir
existiré.
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