Y ahora tú.
También te sientes traicionado,
y yo, sin poder moverme,
ni excusarme ,
ni volver a sentirme pura ante tus ojos,
trato inmovil de olvidar el problema para salvarme.
Y no funciona casi nunca,
porque no hay drogas que curen la falta de esperanza, ni que evaporen a los que importan,
esos que cada vez son menos,
esos que cada vez sientes más lejos.
Lo bonito es efímero en este tiempo,
egoísta, inmaduro, que vemos que se acaba,
que necesitamos estirar,
y estimulados,
dejamos en el camino lo mejor que encontraremos.
Buenas noches a todos los que fueron los únicos,
los únicos a quienes debí de querer.
lunes, 28 de noviembre de 2011
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Como cuando delegabas al tiempo
ResponderEliminarque buscará en tu interior perdones
porque ya ninguna de tus canciones
lograba darte el menor contento.
Como cuando todas tus decepciones
comían como hienas tu esperanza
y ponías sin temblar en la balanza
todos tus fracasos y tus ilusiones.
Hoy gastas carbón en un triste poema
de ninfas, pastores, flautas y penas.
Al pie de la fuente cantando sientes,
como los ríos desbordan tus quejas,
que un mar de sangre hierve en tus venas y
muestras cordero a las hienas tus dientes.
No ames lo que se desvanece.
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