jueves, 27 de junio de 2013

Mudanza.

Crecer.

Mirarse al espejo, sin prisa.
Saberse dueño de un cuerpo aceptado,
sucumbir a la imperfección que asola nuestras vidas,
preferirla ante lo impuesto, 
quererse.

Nada ocurre mientras exista la certeza,
de que una luz cegará nuestro mañana,
mientras la compasión te atraviese,
habrá paz,
mientras la emoción te persiga
resurgirá.

Porque cuando tú y yo 
nos miramos,
sin hablar de nada que parezca importante,
trazamos un cuadro
indisoluble
nos estamos recreando en el pasado.

Porque seguimos vivos, 
sabiéndonos cerca,
intuyéndonos,
aprendiendo cada gesto,
siempre un poco menos solos.

Pregúntame por qué mientras duermo,
cuando soy verdad bajo las sombras,
en ese instante que prefieres,
porque me quedo contigo.

Acércate,
el miedo es necesario,
y huir,
negar la posibilidad.

Yo te querré 
aunque me mude de piel 
cientos de veces
aunque recoja mis cajas
y tú no me creas.

Aunque te espante la idea,
te llevo conmigo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Mi foto
Una vida no cabe en 1200 caracteres.