Huye del triste amor, amor pacato,
sin peligro, sin venda ni aventura,
que espera del amor prenda segura,
porque en amor locura es lo sensato.
Ese que el pecho esquiva al niño ciego
y blasfemó del fuego de la vida,
de una brasa pensada, y no encendida,
quiere ceniza que le guarde el fuego.
Y ceniza hallará, no de su llama,
cuando descubra el torpe desvarío
que pedía, sin flor, fruto en la rama.
Con negra llave el aposento frío
de su tiempo abrirá. ¡Desierta cama,
y turbio espejo y corazón vacío!
lunes, 8 de agosto de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Datos personales
Trying to.
-
►
2015
(14)
- ► diciembre 2015 (1)
- ► octubre 2015 (1)
- ► junio 2015 (1)
- ► marzo 2015 (2)
- ► febrero 2015 (1)
- ► enero 2015 (5)
-
►
2014
(37)
- ► diciembre 2014 (5)
- ► noviembre 2014 (5)
- ► octubre 2014 (3)
- ► septiembre 2014 (2)
- ► agosto 2014 (1)
- ► junio 2014 (1)
- ► abril 2014 (3)
- ► marzo 2014 (5)
- ► febrero 2014 (1)
- ► enero 2014 (2)
-
►
2013
(15)
- ► noviembre 2013 (1)
- ► septiembre 2013 (1)
- ► agosto 2013 (1)
- ► julio 2013 (3)
- ► junio 2013 (2)
- ► abril 2013 (1)
- ► marzo 2013 (1)
- ► febrero 2013 (1)
- ► enero 2013 (3)
-
►
2012
(20)
- ► diciembre 2012 (2)
- ► noviembre 2012 (2)
- ► octubre 2012 (1)
- ► septiembre 2012 (1)
- ► agosto 2012 (1)
- ► junio 2012 (1)
- ► abril 2012 (1)
- ► marzo 2012 (2)
- ► febrero 2012 (5)
- ► enero 2012 (2)
-
▼
2011
(58)
- ► diciembre 2011 (4)
- ► noviembre 2011 (5)
- ► octubre 2011 (3)
- ► septiembre 2011 (2)
- ▼ agosto 2011 (5)
- ► julio 2011 (3)
- ► junio 2011 (6)
- ► abril 2011 (2)
- ► marzo 2011 (7)
- ► febrero 2011 (3)
- ► enero 2011 (9)
-
►
2010
(23)
- ► diciembre 2010 (9)
- ► noviembre 2010 (6)
- ► octubre 2010 (4)
- ► septiembre 2010 (4)
-
►
2009
(3)
- ► octubre 2009 (1)
- ► julio 2009 (1)
No hay comentarios:
Publicar un comentario