lunes, 26 de diciembre de 2011

Hoy no puedo.

Hoy siento que el mal ha entrado para quedarse
muy adentro.

Que no tengo nada en la mente porque el dolor del alma me impide pensar,
que no merece la pena luchar, ni ganar,
ni despertarse un día y ver que todo lo bueno que has ganado,
y por lo que has luchado,
ha dejado de existir.

Hoy siento que todo lo que miro se convierte en algo sucio,
que nunca más seré inocente
que soy culpable,
que en mí está la rabia, la furia, el daño.

Hoy lloro hasta dormirme, como ayer,
porque son las únicas dos cosas que me ayudan a sentirme a salvo.

Y aquí una vez más,
donde imagino que fui feliz,
he olvidado todo lo que amaba para dejar paso al terror,
y la apatía se apodera de mi alma con cada latido.

Hoy me siento tan miserable que parece que alguien ha envenenado mi sangre y ha poseido mi espiritu profundamente.

Siento que podría vomitar mis entrañas y no me daría cuenta,
por este sufrimiento que no cesa.

Siento que no soy de ninguna parte
ni ninguna persona,
más que por nombre,
más que por rostro,
y ya ni eso,
porque ahora es gris y apagados son los ojos.

Hoy me duele decir cualquier palabra,
me duele el andar,
el sonreir,
hoy nada me calma.

He caido tan abajo que temo estar llegando a un infierno sin retorno.
Hoy no soy feliz. Ni lo fui ayer, ni hace dos meses.
Hoy no quiero engañar a nadie, ni que me juzguen, ni juzgar.

Hoy quiero ser tan invisible que pueda morirme sin ser vista.

Hoy destruyo hasta el aire con mi presencia,
y quiero marchitarme hasta secar lo último que me quede de vida.

Hoy no puedo hablar de la belleza.

Ni querer al mundo, a los demás, y a mí misma como creo haber querido.

2 comentarios:

  1. Y caer en la apatía y la desesperanza del insomne. Triste, sincero, desgarrado, hermoso. Besos desde la fría Pucela.

    ResponderEliminar
  2. Y a lo señalado en el comentario anterior me atrevo a añadir algo más:

    simplemente... brutal...

    Besos

    ResponderEliminar

Datos personales

Mi foto
Una vida no cabe en 1200 caracteres.