lunes, 21 de febrero de 2011

Volver a nacer cada día...una vez más.

Un año más y siento que nada ha cambiado dentro de mí.
Que sigo sientiendome como cuando hice quince y pasé al nuevo colegio, o como cuando cumplí dieciocho y se suponía que me convertiría de la noche a la mañana en alguien adulto que podía consumir alcohol y entrar en las discotecas sin falsificar deneís.

Con esa edad decides, sin tener ni idea de nada en absoluto, a qué te quieres dedicar , has de tener clara una de las muchas elecciones importantes, cuando no sabes ni por donde te da el aire, tú, con tu empanada y tus hormonas efervescentes eliges qué es lo que quieres hacer hasta los sesenta y siete años.

Me siento igual que ayer, que hace dos años, con los mismos o incluso con más temores,
queriendo estar rodeada de la misma gente que me acompaña en este viaje dede siempre o desde hoy,
siento que tengo la misma cara, parecidos sueños,
la misma ilusión por arreglar las cosas,
la misma pasión por vivir todo lo que la vida me pueda ofrecer,
por seguir sin miedo y conseguir despertarme feliz cada mañana.

Sintiendo que no es comparable lo que he aprendido en un año de carrera a lo que he aprendido en un gran viaje sola,
que me cuesta menos pedir perdón que antes,
que evoluciono sin saberlo, que me siento terriblemente afortunada y querida.

Viviendo al máximo la intensidad de la segunda década,
intentando procesar las miles de imágenes rápidas de lo que la vida parece ser.
Riendome de mí misma siempre que tengo fuerzas,
alimentándome de la gente a la que admiro y que se entrega a vivir la vida sin quejas ni complejos.
Que lucha, y que sabe que no está todo perdido, que tiene esperanza y fe en el ser humano.
Que cuando se cae, espabila y se levanta sin compadecerse.

He tenido la suerte de encontrar grandes personas en mi corto recorrido,
también he conocido a gente que ha seguido trazando su propio camino, sin mí,
gente a la que he perdido la pista, gente a la que me he aferrado con locura,
que me ha hecho amar, llorar y que me ha hecho recobrar la ilusión en los días menos claros.

Estoy feliz, aunque no se si me merezco tanto,
debí de ser buena en otra vida para recibir estas corrientes de energía cada día.

El tiempo pasa , y como dijo alguien una vez, para mí la vida es;

Prometer,

Amasarte, templarte ,evaporarte

peinarte con los dedos

despeinarte,

pulsarte, afinarte y elegirte,

cicatrizarte

y verte.

Regresar de los puntos cardinales

con un gran ramilete de planetas

volcarte,

desbocarte,

despintarte,

incontrolarte,

despeñarte,

impulsarte,

acompañarte,

curarte,

reconocerte,

intentar,

desvivirte,

(días sin horas sin minutos,minutos sin segundos y segundos más veloces que el tiempo...

en la vida agitada de la carne)

Buscarte con linternas,

buscarte cegado por tu tiempo, buscarte hacia delante y hacia atrás

buscarte...

Buscarte si te pierdes para que no te pierdas,

para que en nosotros se cumpla lo incumplible,

Atravesar contigo al otro lado,

y a este lado,

y dormirme contigo en el sinlado de la felicidad..

1 comentario:

  1. Acciones con destinatario.
    Quien se peina...despeina...
    se pierde, se busca, de desvive..y
    más...y más....y más...más?
    El sin-lado de la felicidad,
    nos deja huecos o abultados como una nube.
    Las acciones se pierden en el lado de la mirada.
    Una mirada...que mira...indefectiblemente...
    hacia donde prodece el sonido.
    Pero...para entonces ese sonido,
    es solamente un eco.
    Rosa (Me ha gustado mucho este poema, Paula...felicidades )

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