miércoles, 7 de noviembre de 2012

Me niego

Es fácil que llegado un punto, que sumidos en una dinámica desenfrenada, llena de tiempos marcados y abrazos rápidos posados en una cuenta atrás, de sueños que acaban para dar paso al frío, de noches en que las risas pelean con los pensamientos llenos de trabajos y de horarios digamos basta.
No me creo eso de que la vida tenga que ser de esta manera.
Me niego a creerlo.
Terminar las clases sin descanso y correr a cocinar una pobre pasta que ingieres en media hora a duras penas no puede ser la vida.
Escuchar a catedráticos hablando del pobre con desprecio no puede ser la vida.
Ni pensar que si no escribimos libros de éxito, o nos doctoramos en un tema original como la "historia de la mierda" no seremos nadie.
No puedo creer que por llorar seamos débiles,  que nuestros espíritus puedan medirse por la cantidad de lágrimas derramadas.
No soporto que hayamos de conformarnos con hablar de estupideces cuando hay tantas cosas que nos afligen, cuando cada uno encierra tantos conceptos y percepciones dentro de sí.
Pero tampoco entiendo a la gente que continuamente analiza la conversación del otro sin compasión, sin corazón, para evaluar si éste o aquél merecen la pena para perder con ellos el tiempo que un café supone.
No me entra en la cabeza que las personas no puedan expresarse libremente después de tanto tiempo,
que esté prohibido abrazar a alguien por mantener la compostura, que nos sintamos invasores al acercarnos a alguien por vulnerar su espacio vital.
A la mierda con la frialdad a la que estamos obligados.
A la mierda con el individualismo, a la mierda con las medias sonrisas y los abrazos sin ganas.
No quiero esto para mi, ni para la gente que quiero, ni para los futuros habitantes de este lugar, que van a llegar pensando que hablar por whats up es lo básico para preguntar a un amigo que tal se encuentra.
Me niego a creer que valgamos tan poco, que creamos que no toda persona se merece un tiempo, un abrazo y una pregunta.

¿Qué es la vida entonces?

Yo creo que es el espacio y tiempo que concedemos a las personas para conocerlas,
y el que nos concedemos a nosotros mismos para pensar, y así comprender que tenemos que darnos a los demás porque guardar tanto dentro sin compartirlo no puede ser bueno.

Con lo corta que es la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Mi foto
Una vida no cabe en 1200 caracteres.