lunes, 19 de agosto de 2013

Dos tipos de azul

Como la fina lluvia erosiona las cosas
modificándolas,
triste fue el día 
en que transformó nuestra mirada.

En la oscuridad
miedosos,
los primeros pasos,
mientras la hoja de metal brillaba con la luna.

Pisando grava, 
continuamos, hacia la nada, 
buscando intimidad, 
hicimos un trato con las Perseidas
y respiramos.

Conversando mentalmente,
sintiéndonos vivos
tratamos de alcanzar
la fortaleza de los montes.


En busca de las siete diferencias,
entre santas y comillas,
nos revivimos con las manos,
llorando a largo plazo
dejándonos caer
en el centro de la noche.

Despertar oliendo a playa,
siendo cómplices 
al llegar a la Barquera.

Y entre abrazos y raíles
se escaparon las palabras
revelando secretos a las cuevas,
e inventando formas
fuimos fetos protegidos del futuro.

Y ahora qué
quién podría saberlo
¿podrá el dinámico tiempo
detenerse
en el nosotros?

Mientras tanto
esperaré entre las hojas
a que me escribas
hasta que ya
no perciba las siete diferencias.





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