jueves, 27 de octubre de 2011

Furia

Tocando Noviembre con las yemas de los dedos,
un espíritu pesado y taciturno,
pisa hojas amarillas y crujientes,
que quizá tuvieron alas algún día.

El cielo planea ahogarle sin embargo con fiereza,
y contrata al viento,
que cargado de odio,de esperpento,
azota rostros con violencia y con destreza.

Levita la ansiedad por los costados,
y la paciencia,
se agota como el aire.

Tan enferma como el mundo
desea romper los cristales con su grito,
y a oscuras, logrará su paz,
muy despacito,
destruyendo la ciudad,
quedando muda.

Sobria y sola en el infierno,
vuelve a la guarida del invierno
donde aún quedan luciérnagas brillantes.

Una luz por pesadilla,
pero faltan velas en la noche,
yo sólo pido una muerte sencilla,
y sin embargo pienso en tí.

Se aceleran respiración y pensamiento
y no miento, si digo que un lamento,
atraviesa con agujas mis entrañas.

Limita mi libertad,
me haré más fuerte,
restringe mis caminos,
haré una cueva subterránea.

La fuerza de la naturaleza,
miscelánea,
ese grito sordo e inaudible,
esta noche me posee,
me desborda sin esfuerzo.

Rabiosos y perennes alargamos esa música solemne,
hasta que el rocío inunde
nuestras tullidas almas,
nuestros cuerpos bañados,
en sangre de unicornio.

Las hojas fueron libres algún día,
puede que cinco segundos antes de morir,
como nosotros,
antes de que el lenguaje que inventamos,
se tornara incomprensible,
y dejásemos de existir en plurar,
con la misma rapidez con que supimos encontrarnos.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Aquél instante en el que dejamos de ser.

Fue a finales del último estío, cerca de la playa, aún con el salitre en el pelo y las mejillas llenas de sol,
cuando ella le susurró algo que había aprehendido,
algo que había hecho suyo después de tanto tiempo.

Se lo había repetido muchas veces en las largas ausencias,
cuando sentía la pérdida como algo trágico y amargo,
cuando necesitaba creer.

Y en esa última vez de tantas últimas veces le dijo,muy bajito:

"Esta es la historia de dos seres que se amaron en plenitud,
salvándose así de una existencia vulgar"

Él le contestó, apesadumbrado, que su vida entonces, jamás había resultado más vulgar.
...

Ella no había pensado aún en lo triste que resultaba esta certeza,
ni supo de su significado hasta mucho después,
en ese instante en que recordó la frase,
y quedó barrida,
vaciándose su interior como si le hubieran arrancado
las entrañas
a cucharadas.

domingo, 16 de octubre de 2011

Así.

Duermes,
y tu cuerpo curvo me rodea por inercia
convirtiéndome en una prolongación tuya a tu lado,
una vulnerable y tierna escena,
que es mentira y demasiado,
tan eterna y reseñable, tan hermosa y tan obscena.



Como si fueras otro,
más verdad que la otra noche,
Capto tu respiración y la arrebato
robándote la vida,
aspirando
el último aliento hasta secarte.

Y al cerrarte en tu figura,
de tu piel oscura un aura se desprende,
se eriza el vello hasta los fríos pies
que hacen nudos con los tuyos
como dos anifibios encontrándose,
en el centro de la noche.

Nada es más perfecto como este ahora en que puedo verte
como yo quiero, solamente,
inventandote,
como necesito que seas en mi mente.

Nunca te sentí tan cerca,
ni cuando llenaste de calor el cuarto helado,
y comulgamos como animales huérfanos,
necesitados,
envueltos por gemidos palpitantes.

Tus pestañas arañan ahora párpados cerrados
esta vez en la quietud y en el silencio,
y pienso de repente,
que te presentas ante mí como algo conocido,
como cuando fuí feliz, cuando brotaban los latidos.

Y se borran tus excesos y defectos,
me envuelves todo tú como un abrigo,
un niño buscando sólo afecto,
mientras sueñas con otra, no conmigo.

Yo sólo espero lentamente al sol,
a que fallezca el sueño en tus esntrañas,
con la cadencia de una tristísima canción
y que aparezca luz nueva en las persianas,

y te marches lejos, directo al olvido,
para recordarte mejor de lo que eres,
de lo que quisiera hubieras sido,
si hubiese soñado alguna vez contigo.

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